Cierre de un ciclo ¡nos graduamos!
spanish·@alfredog·
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¡Epa! ¿que tal?, aprovechando lo poco productivo de mi domingo decidí publicar el segundo post del blog, tratando de ser consecuente con este nuevo hábito y por supuesto todo por amor al arte –y al dinero- me animé a escribir. En esta ocasión me gustaría compartir con ustedes una de las experiencias más geniales de mi vida la cuál ocurrió el año pasado: mi graduación de la academia de audio. Si bien fueron 3 sufridos años de trabajo duro, de ir más allá de los limites y de quemarte las pestañas entregando asignaciones como: la edición y mezcla del audio un capitulo completo de una especie de adaptación mayamera de “extreme make over” o el arreglo musical de un pedazo de capitulo de “martillito” en edición, ejercicios teóricos –echadera de números quiero decir- en física del sonido, mezclas, mezclas y más mezclas musicales unas peores que otras pero en fin, todo con un final feliz. Fueron 9 trimestres de bombardeo sonoro y entrenamiento al oido. Mientras que en el mundo real el país se estaba hundiendo en inflación, deterioro social y corrupción, tú no tenías chance de pensar o deprimirte por lo que estaba ocurriendo, ya desde la primera semana estabas pensando qué compresor suena mejor en la voz, cuanto te falta para terminar de editar aquella batería borracha de ese tema de reggae o de que componentes tienen mayor o menor indice de absorción para insonorizar un recinto, entre muchas otras cosas más. No me mal interpreten, fue brutal, sobretodo porque estás tan metido en lo tuyo que realmente no te das cuenta lo rápido que pasa el tiempo y lo mucho que has logrado.  Última clase de Análisis de mezcla 3 con Darío Peñaloza, padrino de la promoción. Bueno, al grano... A unas cuantas semanas antes de graduarnos nos dijeron que alguien tenía que hacer un discurso para la ceremonia de graduación y dado el silencio sepulcral del grupo de whatsapp de los compañeros de graduación ante tal noticia, decidí hacerlo yo, esperando lo mejor y no morir en el intento. Sin más que decir, les anexo el discurso, ¡espero que lo disfruten y comenten! "¡Buenas tardes!, primero que todo quiero dar muchas gracias a todos los presentes en esta ceremonia: profesores, directivos de la academia Audioplace, uno de los padrinos de la promoción: Darío Peñaloza, padres, representantes, público en general y a la gerencia del Caracas Theater Club por facilitarnos sus instalaciones la tarde de hoy. ¡Bienvenidos todos a la ceremonia de graduación de la tercera promoción de Ingenieros de sonido y productores musicales de la academia Audioplace! Es un honor para mí dar unas palabras en nombre de mis compañeros de promoción, que resumen parte de nuestras vivencias y perspectivas como estudiantes durante la carrera, les puedo apostar que tanto los muchachos como yo no encontramos palabras para expresar la emoción y la gratitud que este momento representa. Agradezco a Dios por permitirnos llegar hasta el día de hoy, y a nuestros padres, y a todos aquellos que creyeron en nosotros y nos apoyaron para dar un paso más en nuestras vidas. También quiero dar gracias a toda la familia Audioplace por la oportunidad de formarnos en esta carrera y apostar por nuestro talento desde el primer momento. Y sí, hoy en día la llamo familia porque siempre se esforzaron en crear un vínculo más cercano que el de profesor-alumno, han sido amigos, consejeros y a partir de este momento colegas, con todo el respeto que se merecen, por ello hoy día considero a todos los estudiantes, graduandos y egresados que somos hermanos de pasión, profesión y oficio. Hoy finalmente se cierra un ciclo, donde hubo momentos de miedo, frustración y tristeza así como también de risas, felicidad, orgullo y aprendizaje. Fueron momentos que nos definieron dentro de la academia y a lo largo de estos 3 años de estudio, se convirtieron en la historia de nuestro transitar por un camino nuevo, distinto y atípico, lleno de música, experiencia y enseñanza. Como todo, muchas veces el principio de un camino nuevo es complicado, y sé que en nuestro caso no fue la excepción a la hora de comunicarle a nuestros padres que queríamos estudiar ingeniería de sonido y producción musical, más de uno habrá arrugado la cara al escuchar esa retahíla de palabras, probablemente preguntando cosas como: “¿Y con qué se come eso?”, “¿Y eso da rial?”, “¿Y por qué no escoges algo como administración o derecho?”, y la más vil, “¿ Y entonces vas a ser Dj… Puro punki punki?¨. Costó un poco, pero con paciencia les explicamos de qué se trataba y ellos poco a poco fueron entendiendo, y hoy en día son críticos de mezclas musicales, cómplices y hasta fans de nuestro oficio. Fue un privilegio haber aprendido tanto de la mano de todos estos grandes profesores de Audioplace. Como estudiantes, al principio estás “más perdido que el hijo de Limberg” tratando de entender en qué rollo te acabas de meter, pero con el tiempo, y gracias a su pasión por la profesión y por querer enseñar, vas agarrándole el hilo a la carrera, hasta que te encuentras inmerso en un mar de opiniones, propuestas, formas de trabajar y hasta perspectivas distintas de ver la vida, donde tú serás quien elija qué absorber de cada profesor, siempre con la libertad de incursionar, investigar y aplicar lo que mejor te parezca a tu manera de trabajar. Nos muestran también que esto es sólo el inicio y que la mayor parte de la enseñanza está en la calle. Inevitablemente habrán fracasos y retos difíciles que necesiten soluciones inmediatas, pero lo importante es tener la actitud correcta para poder resolver; la humildad y la disciplina, siempre fue parte del “jarabe de lengua” de cada clase y yo personalmente agradezco por eso. Hemos enfrentado durante todo este tiempo miles de obstáculos molestos: un pendrive con la tarea final olvidado en casa, tareas en el formato que no es, que no te prenda la computadora a un día de la entrega, retrasos de metro, tráfico, guarimbas, la mágica desaparición de “Billy” el portero en el momento que estás más apurado por llegar a clases, entre otras cosas… Gracias por todo Billy. Sin embargo, nunca falta el humor y la diversión en la academia, cuando no es de parte de los alumnos, son los profesores quienes se ríen, jamás olvidaré esa época de final de trimestre donde uno de los profesores bromeó preguntando por el grupo de facebook que sí había empezado el “Stradivarious”, que no era más que la dulce melodía de las voces de alumnos quejándose y llorando para que le repitieran un examen, le regalaran un puntico o le arreglaran una nota. Otra de las cosas que uno aprende de la profesión es que dentro del vocabulario de un Ingeniero de Sonido siempre encontrarás palabras como “criterio”, “decisión” y la más común de ellas “resolver”, de eso se trata, es el pan de cada día en nuestra profesión, no siempre las soluciones son fáciles y comunes, muchas veces lo menos esperado, o inclusive lo que te enseñaron que NO se debe hacer, será lo que te ayudará a resolver. Lo más común es que cometas errores, una y otra vez, hasta que logres descifrar cómo es la cosa, pero ¿qué tiene de malo errar? Errar es de humanos y sacar lo mejor de esos errores es lo más importante, estar dispuesto y abierto a aprender de las peores experiencias, no tiene precio. Ya a estas alturas, el tecnicismo pasa a segundo plano, y el apreciar, escuchar e interpretar el arte es lo que te llevará a tomar decisiones correctas y obtener buenos resultados, obviamente sin dejar a un lado la ética profesional procurando ponerle corazón y empeño a cada trabajo que estemos realizando, esa será la mejor carta de presentación que podremos dar; ya que siempre ha sido importante darle a la música el valor que se merece, y defenderla se ha convertido en nuestra responsabilidad como profesionales y amantes de la misma. Hay que estar claros en una cosa, y si es posible tatuárselo en la frente, hay que seguir adelante a pesar de la situación, a pesar del pesimismo, a pesar de la inseguridad. Esto no debe ser motivo para detenernos de hacer que cosas buenas sigan pasando, ni hoy ni nunca, no dejemos que la felicidad y el éxito se conviertan en un mito. Del mismo modo, habrá gente que no creerá en nuestro potencial, gente que no le importará vernos fallar, pero está bien, esa es la realidad y eso pasará aquí y en cualquier parte del mundo donde nos encontremos. Está bien llorar, está bien dudar, está bien sentirse mal por un rato, pero luego hay que levantarse, lavarse la cara y seguir trabajando, porque a fin de cuentas nuestra perseverancia en el trabajo nos traerá resultados inimaginables. Así que no le teman a los retos, a romper barreras, a nuevos destinos, a ir contra corriente y a llegar más allá de lo planeado. Es importante demostrarnos a nosotros mismos que PODEMOS, que podemos ser la mejor versión de nosotros cada día, ya sea como ingenieros de sonido, productores musicales, amigos, novios, hijos, hermanos, lo que sea. Recuerden que lo más importante es que la pasión y la voluntad se mantengan intactas. ¡Gracias!" 