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Esta semana esa vida nuestra nos presenta la iniciativa №31 con un interesante tema, traer ese instante o hecho trascendental que marcó un antes y un después, del cual sacamos la mejor enseñanza, para llevar una vida más plácida y en armonía.

> Puedes revisar el link de la publicación para que te unas a esta nueva semana experiencia: 

[Esa vida Nuestra ](https://peakd.com/hive-131951/@charjaim/pasan-cosas-en-la-vida)

Para mí, ese momento llegó con la noticia de que iba a ser mamá nuevamente a los 40 años. Un hecho que, aunque al principio me llenó de tristeza y miedo, se convirtió en una de las enseñanzas más valiosas de mi vida.

Quizás lo has visto en alguien más, o lo has percibido como algo fuera de lo común. Para mí fue ese instante que marco mi antes y después, y me ha trasformado a ser mejor persona.

Al inicio fue una noticia triste, estábamos en plena pandemia, recién había perdido mi casa, y ya tenía 3 niños. Enterarme a mis casi 40 años que tendría otro hijo fue difícil de aceptar y el rechazo de la sociedad fue muy duro. 

En ese momento, mi mente se llenó de dudas y preocupaciones. ¿Cómo podría cuidar de otro niño en medio de esta crisis? ¿Sería capaz de brindarle lo que necesitaba? El miedo a no ser suficiente, a no poder ofrecerles un hogar estable y seguro, me invadió.

El rechazo de la sociedad fue otro peso que llevé. A los 40 años, muchas personas miran con escepticismo a las mujeres que deciden ser madres nuevamente. Las preguntas y las críticas comenzaban a surgir: "¿Por qué a esta edad?", "¿No es demasiado tarde?". Estas voces externas se sumaron a mis propias inseguridades, creando un torbellino de emociones que me hacían sentir aún más vulnerable.

# Mi Transformación

Sin embargo, en medio de la tormenta emocional, algo comenzó a cambiar dentro de mí. A medida que pasaban los días y mi embarazo avanzaba, empecé a reflexionar sobre lo que significaba ser madre. Comprendí que, aunque las circunstancias eran difíciles, también tenía la oportunidad de aprender y crecer. Este nuevo capítulo en mi vida me ofrecía una lección valiosa: la resiliencia.

Tuve en mis manos la oportunidad de escribir muchísimo en #Hive durante todo mi embarazo, era constante en mi blog y eso me dio visibilidad, buenos votos y fui mejorando mi contenido poco a poco; todo este grupo de acciones me llevaron a lograr reunir una cantidad de HBD Y HIVE considerable que me permitió estar tranquila en la parte económica un tiempo. Decidí enfocarme en lo que sí podía hacer: preparar un ambiente amoroso y seguro para mi nuevo hijo y mis otros tres pequeños.

Era tan pequeño, estuvo 21 días hospitalizado, me culpe por sentir tanto miedo al inicio, por pensar tanto en lo económico y la sociedad, y no en lo humano y la protección divina. Pequeño Mathias Uriel se veía tan fuerte, me dio una enseñanza de fuerza, valor y ganas de seguir a mi lado. 

La conexión que he desarrollado con mi bebé es muy profunda y transformadora. Empecé a ver la vida desde una nueva perspectiva, apreciando las pequeñas cosas que antes podía haber pasado por alto.

![WhatsApp Image 2025-04-13 at 11.34.32 PM (1).jpeg](https://files.peakd.com/file/peakd-hive/graciadegenios/23ynNDvjd6YTbeY8oNmavrwNJgQ9y4EXvLBJEeosVY1n4gHN59PuEFwMivivMhPeiTZCe.jpeg)

Uno de los mayores desafíos que enfrenté fue aprender a soltar el control. Como madre, siempre he querido proteger a mis hijos y asegurarme de que todo esté bien. Sin embargo, la llegada de un nuevo miembro a la familia me enseñó que no puedo controlar todo.

# La vida es impredecible, y a veces, lo mejor que podemos hacer es dejar que las cosas fluyan.

Aprendí a confiar que, Dios está en cada lugar, en cada acción, y a aceptar que no todo saldría como lo había planeado. Esta aceptación me liberó de una carga pesada y me permitió disfrutar más de cada día. Comencé a vivir en el presente, valorando los momentos con mis hijos y aprendiendo a ser flexible ante los cambios.

Hoy, mirando hacia atrás, puedo decir con certeza que Dios sabe lo que hace en su tiempo y espacio perfecto. Aunque el camino estuvo lleno de desafíos, también estuvo repleto de enseñanzas valiosas. Aprendí sobre la resiliencia, la aceptación, el amor incondicional y la importancia de la comunidad.

Todos los días le agradezco a ese pequeño hombrecito inteligente que siempre tiene una palabra sabia y de amor para mí, algunas veces me dice: 
> Mami tu camisa está rota, cuándo sea millonario te compraré una, 
> Mami cuando sea millonario me casaré contigo y te llevaré de viaje. 
> ¿Mami estas feliz conmigo?....Y así infinitas demostraciones de afecto.

Yo simplemente, derretida de amor, Todos los días le digo, Gracias por ser mi hijo y por ser tan valiente. 

Agradecer de Corazón cada día que vivo junto a ellos y todas las ocurrencias de Mathias que a veces parecen pequeñas revelaciones.

Gracias por pasar y leerme. Te invito a participar.

*Todas las imágenes son de mi propiedad. Tomadas con mi Redmi10A.*


# English Version

![WhatsApp Image 2025-04-13 at 11.34.33 PM.jpeg](https://files.peakd.com/file/peakd-hive/graciadegenios/23y8zJjv4QX5oxaLPCXCTnbRrC9rwa135du8kZnW738jF9Y8RLojYKfs8czjsxkAd3nor.jpeg)

This week, Our Life presents initiative number 31 with an interesting topic: bringing to mind that momentous moment or event that marked a before and after, from which we draw the best lessons to lead a more peaceful and harmonious life.

> You can check out the link in the post to join this new week of experience:

[That life of Ours](https://peakd.com/hive-131951/@charjaim/pasan-cosas-en-la-vida)

For me, that moment came with the news that I was going to be a mother again at 40. A fact that, although it initially filled me with sadness and fear, became one of the most valuable lessons of my life.

Perhaps you've seen it in someone else, or perhaps you've perceived it as something out of the ordinary. For me, it was that moment that marked my before and after, and has transformed me into a better person.

At first, it was sad news; we were in the midst of the pandemic, I had just lost my home, and I already had three children. Finding out at almost 40 that I would have another child was difficult to accept, and society's rejection was very harsh.

At that moment, my mind was filled with doubts and worries. How could I care for another child in the midst of this crisis? Would I be able to provide what they needed? The fear of not being enough, of not being able to offer them a stable and safe home, invaded me.

Society's rejection was another burden I carried. At 40, many people view women who decide to become mothers again with skepticism. Questions and criticisms began to arise: "Why at this age?" "Isn't it too late?" These external voices added to my own insecurities, creating a whirlwind of emotions that made me feel even more vulnerable.

# My Transformation

However, amidst the emotional storm, something began to change within me. As the days passed and my pregnancy progressed, I began to reflect on what it meant to be a mother. I realized that although the circumstances were difficult, I also had the opportunity to learn and grow. This new chapter in my life offered me a valuable lesson: resilience.

I had the opportunity to write extensively on #Hive throughout my pregnancy. I was consistent with my blog, and that gave me visibility, positive feedback, and I gradually improved my content. All of this action led me to amass a considerable amount of $HBD and $HIVE, which allowed me to have financial peace of mind for a while. I decided to focus on what I could do: prepare a loving and safe environment for my new son and my three other little ones.

He was so small, hospitalized for 21 days. I blamed myself for feeling so scared at first, for thinking so much about economics and society, and not about humanity and divine protection. Little Mathias Uriel seemed so strong; he taught me strength, courage, and the desire to stay by my side.

The connection I've developed with my baby is so deep and transformative. I began to see life from a new perspective, appreciating the little things I might have overlooked before.


![WhatsApp Image 2025-04-13 at 11.34.33 PM (1).jpeg](https://files.peakd.com/file/peakd-hive/graciadegenios/23u62k9SCA4viLxJZcR1L4HNBJxx5tDCwsAofEk8hBkHPjQRAcL3PUnpqExmAqrTasVkj.jpeg)

One of the biggest challenges I faced was learning to let go of control. As a mother, I've always wanted to protect my children and make sure everything was okay. However, the arrival of a new member in the family taught me that I can't control everything.

# Life is unpredictable, and sometimes the best thing we can do is just let things flow.

I learned to trust that God is in every place, in every action, and to accept that not everything would go as planned. This acceptance freed me from a heavy burden and allowed me to enjoy each day more. I began to live in the present, cherishing the moments with my children and learning to be flexible in the face of change.

Today, looking back, I can say with certainty that God knows what He's doing in His perfect time and place. Although the path was full of challenges, it was also filled with valuable lessons. I learned about resilience, acceptance, unconditional love, and the importance of community.

Every day I thank that clever little man who always has a wise and loving word for me. Sometimes he says:
> Mommy, your shirt is torn. When I'm a millionaire, I'll buy you one.
> Mommy, when I'm a millionaire, I'll marry you and take you on a trip.
> Are you happy with me, Mommy?... And so on, endless displays of affection.

I simply, melted with love, tell him every day, Thank you for being my son and for being so brave.

I give my heartfelt thanks for every day I spend with them and for all of Mathias's ideas, which sometimes seem like small revelations.

Thank you for stopping by and reading. I invite you to participate.

*All images are my property. Taken with my Redmi 10A.*