Hello, friends of Holos&Lotus.
My name is Berenice, and this is my first post in the group.

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Even if you're struggling to get ahead, you're truly happy when you don't want to be anyone else.
But that's quite difficult, because conformity is a lethal long-term habit, and nature, or whatever represents it, seems to prefer that we survive and develop, even if it means unhappiness.
Wanting to be like someone we believe has what would make us happy, or even surpass them, is a basic instinct that can be channeled toward self-improvement or more or less destructive envy.
We can end up envying not only the image we form of others, but also ourselves, the past we left behind, and the many pasts, presents, and futures we could have had.

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[source](https://pixabay.com/photos/family-grandma-grandmother-old-man-4989137/)

In our imagination, there is a multiverse where our wishes, and some of our fears, are fulfilled. If we think about these alternatives for a long time, it may seem as if they have a life of their own, that at any moment they could approach the moment we are living and change their lives with us.
We would become the prince or the pauper of the life we ​​desired or feared for ourselves.

By another natural instinct, the happiness that comes from what we have fades over time, and we begin to pay more attention to what we could have, even if it's a blur on a calendar that hasn't been printed yet, than to the thing or things we could lay our hands on and feel they're there, if only we remembered.
If the situation we live in were the companion of our life, the one who sustains us and is with us tirelessly, how would it feel to know that we spend most of our time in love with someone who could only have existed?

There is, however, something we should keep in mind. Today, all the versions of ourselves we have been able to invent, at least those that function within the rules of the universe and aren't traveling in space at enormous speeds, will be the same age as us. No matter how well they've spent their time, or how many achievements they've had, that time for our alternatives will still have passed. So, for every birthday we have, they have theirs too.

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[source](https://pixabay.com/photos/origami-paper-crane-folds-success-7924845/)

So, even if we think about other possibilities from time to time, let's not waste time hating our reality.
Even if it has overgrown gardens, rocks and mountains that complicate the path we take in life, and stains on some walls, it's also full of beauty and miracles that we must never lose the habit of appreciating. Let's not wait for them to also be part of another of our dreams to appreciate them. There will be problems in our lives that we can solve, others that we will have to adapt to, and even a couple that, with the passage of time, we will discover weren't even problems at all.

So, on our birthday, let's buy at least a piece of candy that can be shared. Let's divide it. We will eat a portion, with the best possible manners, in the name of ourselves and those we could have been and who are converging right now in our lives.

The rest, we will give to others. In the great cake of existence, we don't need to aspire to devour everything. Our imagination may be enough.
Don't forget, at least, a small portion for the sparrows, and another for the ants.


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***Versión en español***
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Hola, amigos de Holos&Lotus.
Mi nombre es Berenice y es mi primera publicación en el grupo.

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Aunque se esté luchando por salir adelante, se es de verdad feliz en aquellos momentos en que no deseamos ser nadie más. 
Pero eso es bastante difícil, porque el conformismo es un hábito letal a largo plazo y la naturaleza, o aquello que la represente, parece preferir que sobrevivamos y nos desarrollemos, aún si eso es por medio de la infelicidad. 
El querer ser como aquel que creemos que tiene lo que a nosotros nos haría felices, o incluso superarlo, es un instinto básico que se puede canalizar hacia la superación o hacia la envidia más o menos destructiva.
No solo podemos llegar a envidiar la imagen que nos hacemos de los demás, sino a nosotros mismos, en el pasado que dejamos atrás, y en los muchos pasados, presentes y futuros que pudiéramos haber tenido.

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[fuente](https://pixabay.com/photos/family-grandma-grandmother-old-man-4989137/)

 En nuestra imaginación hay un multiverso donde se nos cumplen los deseos, y parte de los temores. Si pensamos bastante tiempo en esas alternativas, puede que llegue a dar la impresión de que tienen vida propia, que en cualquier momento pudieran aproximarse al momento en que estamos viviendo y cambiar su vida con nosotros. 
Entraríamos a ser el príncipe o el mendigo de la vida que deseábamos o temíamos para nosotros.

Por otro instinto natural, la felicidad que nos da lo que se tiene va mellándose con el tiempo, y comenzamos a prestar más atención a lo que pudiéramos tener, aunque sea una neblina en un calendario que se no se ha impreso aún, que aquello o aquellos en los que pudiéramos poner una mano y sentir que están ahí, si solo nos acordáramos. 
Si la situación en que vivimos fuera la compañía de nuestra vida, quien nos sostiene y está con nosotros sin descanso. ¿Cómo se sentiría al saber que pasamos la mayor parte del tiempo enamorados de alguien que tan solo pudo haber existido?

Hay, sin embargo, algo que deberíamos tener en cuenta. El día de hoy, todas las versiones nuestras que hayamos podido inventar, al menos las que funcionan bajo las reglas del universo, y no están en un viaje espacial a enormes velocidades, tendrán la misma edad que nosotros.
No importa lo bien que hayan invertido el tiempo, ni los logros que hayan tenido, ese tiempo de nuestras alternativas habrá pasado de todas formas. Así que, por cada cumpleaños que tenemos, ellos también tienen el suyo. 


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[fuente](https://pixabay.com/photos/origami-paper-crane-folds-success-7924845/)

Por eso, aunque pensemos en otras posibilidades de vez en cuando, no pasemos el tiempo odiando nuestra realidad. 
Aunque tenga jardines enyerbados, piedras y montañas que compliquen el trazado de nuestro camino vital, y manchas en alguna pared, también está llena de belleza y milagros que no tenemos que nunca perder el hábito de apreciar. 
No esperemos a que ellos sean también parte de otro de nuestros sueños para apreciarlos. Habrá problemas en nuestras vidas que podremos resolver, otros a los que tendremos que adaptarnos, e incluso un par de ellos que, con el pasar del tiempo, descubriremos que ni siquiera eran problemas. 

Así, en el día de nuestro cumpleaños, compremos aunque sea un dulce que se pueda repartir. Dividámoslo. Una parte la comeremos, con los mejores modales posibles, en nombre de nosotros y los que pudimos haber sido y que confluyen justo en este momento de la existencia. 
El resto, regalarlo a los demás. En el gran pastel de la existencia, no es necesario que tengamos la aspiración de engullir todo. Con nuestra imaginación puede bastar. 
No olvidar, al menos, una pequeña parte para los gorriones, y otra para las hormigas.