En el libro Animal, Inc. (Animales, Inc) Kenneth A. Tucker y Vadana Allman de la organización Gallup cuentan una historia con personajes sacados de una granja cuyo propósito es mostrar cómo las empresas hacen un manejo deficiente del personal.
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Los encargados de la granja creen que cualquier persona puede ser entrenada para hacer cualquier cosa, y piden al caballo de carga que opere la computadora.  
A una oveja tímida se le asigna la tarea de hacer las llamadas de ventas.
Esta es mi analogía favorita.  El espantapájaros es enviado al gallinero a poner huevos, y trabaja todo el día en esa tarea.  Exhibe un desempeño físico perfecto, y no deja de intentarlo aunque vive rodeado de gallinas que ponen huevos todo el tiempo.  Al final del día queda exhausto pero no ha producido un solo huevo.

Usted pensará: es obvio que no puede producir huevos.  Por supuesto, las gallinas ponen huevos, los caballos halan arado, y las ovejas producen lana.

Es fácil ver que las capacidades naturales afectan lo que hacemos, pero nuestro pensamiento y nuestras actitudes también son parte de nosotros y son un aspecto importante de nuestros talentos y habilidades.  

También determinan lo que hacemos y no podemos separarlas del resto.  Si esperamos resultados diferentes a nuestra constitución natural, vamos encaminados a una desilusión

MJ