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Queridos  Hivers,  bienvenidos a Mi espacio íntimo,  hoy me encontré con una frase muy conocida: “Si algo no es para ti, déjalo ir…”

No sé de quién es la frase, pero es un poco dura, y no es fácil de aceptar. El mundo se nos pone al revés y no logramos tomar una decisión. El tiempo pasa y nos quedamos ligados a una relación y esperando que el viento cambie a nuestro favor.

Mientras tanto la vida se nos va y las oportunidades también.

Considero que es cuestión más de temor a la soledad, al orgullo  y al que dirán. El amor pasa a último plano.

Los seres humanos somos muy intuitivos, quizás unos menos que otros. Pero en cuestión del amor no falla.  Somos capaces de intuir cuando algo está mal, también observamos las señales, las evidencias  de lo que pasa y no lo aceptamos.

Volteamos la mirada y nos hacemos los locos. 

¿Por qué no cerramos ciclos?

¿Por qué cuesta tanto decir adiós?  

¿Por qué nos cuesta desprendernos de una persona toxica?

Estas preguntas son difíciles de responder pero muy sencillas de resolver, simplemente se dice: Adiós y después se da la vuelta.

Sin embargo, cuando se ama esto no funciona así. El ser humano no entiende que cuando no tenemos que decir es preferible dar la espalda y seguir.

En una relación  la persona que ama es quien pierde. Esto es así, porque no es suficientemente capaz de decir No a una relación toxica.  Tampoco de aceptar que no somos dueños de la vida de otras personas, y que tenemos el libre albedrío de amar a quien deseemos. </div>
	
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Hago referencia a este tema porque casualmente me encontré con una amiga de la universidad.  Entablamos una plática de casi tres horas,  imagínense casi 25 años sin vernos.  Cuando le pregunte si se había casado con su novio estudiante, me dijo:

“No, él se casó con otra.  Me quedé esperando una explicación que nunca llego.  Me casé y tengo cuatro hijos y seis nietos.

Te diré amiga que me lleve una gran sorpresa que me llamo hace un mes para decirle que tenía que hablar conmigo.  Que se había enterado que había enviudado. Quería que le enviara una foto porque no se acordaba de mí. Llevaba tres divorcios y que se había casado con una joven mucho menor que él, y lo había dejado con tres muchachitos pequeños. 

Se había dado cuenta de que me extrañaba,  que él había cambiado. Que era un hombre de su casa. Ja, ja, ja, ja.

No adivinas que le dije Mafa: “No me gusta lavar, planchar ni cocinar.  Y menos cuidar carajitos, mis nietos solo vienen de visita.

Bay,  bay y le corte el teléfono.

Me dijo: “OMG, Por ese hombre derrame tantas lágrimas, noches sin dormir, y nunca cerré ciclos.”

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En conclusión amigos si ustedes no pueden y se les hace difícil dejar una relación tóxica,  busquen un especialista,  que les ayude con terapias  a quererse y amarse a sí mismos. 

Las personas que se aman, no permiten abusos y ponen un límite. Para que no digas esta frase: “Si algo no es para ti, déjalo ir…”

Sácalo de tu vida y listo. Si quiere ser libre que termine de irse.

Los quiero.
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**¡Sonríe!**
**Vale la pena ser feliz**.
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