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**The world changes every time someone says: I beg to differ**

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# The importance of the phrase I beg to differ

Routine gradually takes hold of people and therefore of the social groups of which they are a part. From this monotonous activity germinates a powerful organizational culture that establishes beliefs that limit the development of new ideas.  To break with old and archaic cultural patterns, the human being has the most powerful weapon and the irreverent phrase: I beg to differ  
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The effects of this powerful phrase generate an evolution in the creative and communication processes in a society, family or company. This phrase is like Archimedes' fulcrum, if someone uses it for good it can move the world. 
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More than 500 years ago all people were afraid to sail in a straight line to the firmament because they would fall into the void for having reached the edge, everyone knew that the earth was flat. Until Galileo came along and said “I don't agree with that”.
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In the modern context, companies and their leaders tend to create a culture of conformity and where the famous cult of personality of the boss forces everyone to feel fear and fear of thinking or speaking differently from what the boss says. The culture of Here it is done this way, it is the reign of fear and terror.
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Not only does this dynamic stifle creativity, but it can also create a toxic work environment where innovative ideas are left voiceless. Breaking this culture of silence is vital. By fostering an environment where disagreement is seen as an opportunity for dialogue, organizations can transform their communication structure.
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Promoting a culture of disagreement is ultimately a good practice for the pursuit of new ideas and for promoting the emergence of people's genius.


Translated with DeepL.com (free version)

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Español

# La importancia de la frase “no estoy de acuerdo”

La rutina se va apoderando poco a poco de las personas y por ende de los grupos sociales del cual formen parte. De esa monótona actividad germina una poderosa cultura organizacional que va estableciendo creencias que limitan el desarrollo de nuevas ideas.  Para romper con viejos y arcaicos patrones culturales  el ser humano dispone del arma más poderosa y la irreverente frase: No estoy de acuerdo…

Los efectos de esta poderosa frase generan una evolución en los procesos creativos y de comunicación  en una sociedad, familia o empresa. Esta frase es como el punto de apoyo de Arquímedes, Si alguien la usa para bien puede mover al mundo. 

Hace más de 500 años atrás todas las personas sentían miedo de navegar en línea recta hacia el firmamento ya que se caerían al vacío por haber llegado al borde, todos sabían que la tierra era plana. Hasta que aprecio Galileo y dijo “no estoy de acuerdo con eso”.

En el contexto moderno, las empresas y sus líderes tienden a crear una cultura del conformismo y donde el famoso culto a la personalidad del jefe obliga a todos a sentir miedo y temor de pensar o hablar distinto a lo que diga el jefe. La cultura del Aquí se hace así, es el reino del miedo y el terror.

Esta dinámica no solo frena la creatividad, sino que también puede generar un ambiente laboral tóxico donde las ideas innovadoras se quedan sin voz. Romper con esta cultura del silencio es vital. Al fomentar un entorno donde el desacuerdo se vea como una oportunidad para el diálogo, las organizaciones pueden transformar su estructura comunicativa.

El promover la cultura del no estoy de acuerdo, en definitiva es una buena práctica para la búsqueda de nuevas ideas y para promover el surgimiento de la genialidad de las personas.
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